28ª Muestra de Vinos y Cavas de Cataluña
Este año sólo he podido dedicarle una tarde y no he visto demasiado. Aún así, aquí tenéis el resumen de lo que he podido catar:
Cellers Padró: me encuentro de nuevo con estos bodegueros tarragoneses. Les he visto anterioriormente en otros eventos (1a Feria del Vino y el Cava de Calella, Alimentaria) con, entre otros, su Ipsis, un vino alrededor de los 6€ que en poco tiempo ha conseguido unos cuantos premios europeos y que me tiene pillado. Me quejo de que no los encuentro en Barcelona y me explican que el esfuerzo necesario para "colar" sólo seis botellas en una tienda especializada de la ciudad es el mismo que el de vender unas cuantas cajas al sector hotelero. Resultado: el barcelonés de a pie se queda sin buen producto a buen precio. Prefiero asumirlo como un tema de libre competencia antes que pensar que es un problema de márgenes comerciales y que quizá los tenderos prefieren apostar por vinos de 10€ para arriba.
Maset del Lleó: también me los tropiezo a menudo: la furgoneta de reparto, anuncios en la radio, googleando, ... Intrigado, les pregunto como les va y me hablan de su perfil de cliente: pareja de mediana edad o superior que se deja aconsejar y valora la comodidad del envío a domicilio. Como en sus productos hay una fuerte presencia de xarel.lo y tienen un ámbito de actuación nacional, se han convertido de facto en embajadores de esta uva a nivel peninsular.
Ètnic: con vinos como la serie de “Les Sorts” en su catálogo, Celler el Masroig aprovecha esta muestra para presentarnos Ètnic, una propuesta hecha a medida entre el enólogo y los propietarios de las tiendas especializadas donde siempre han vendido sus productos y que también han contribuido al alumbramiento de esta botella. Celler de Can Dani, Casa Bardella o Cal Pere Tarrida entre otros, han aportado su consejo en el diseño de un vino que, como su propio nombre indica, fusiona tendencias y opiniones muy variadas.
Martín Faixó: una bodega familiar donde, según declaraciones propias, desde plantar a vendimiar todos hacen de todo y de manera completamente artesanal. Con tiradas pequeñas, de 1500 a 7500 botellas según producto, dicen que tienen la cosecha vendida de antemano. Pese a que no son precisamente baratos y cuesta encontrarlos (me dijeron que en Barcelona estan en Ca l'Isidre), probad su Cadac si tenéis ocasión.
Cal Blay: hace cosa de un año ya hablé de ellos en este artículo y ahora vuelvo de nuevo a comprobar que aún es posible hacer platos preparados de estilo casero sin el tristemente familiar sabor a conservante. Desde caracoles a fideuà, disponemos de un variado abanico de opciones en un recetario de, básicamente, cocina catalana.