Logbares

Vinos de España, Restaurantes de Barcelona y Cataluña

2006/04/06

Alimentaria 2006


- Sin duda, la primera impresión que he sacado de este Alimentaria 2006 es la de enormidad. Una cosa es entender (por qué nos lo dicen en los medios de comunicación) que se trata de la 2a Feria más importante del sector a nivel mundial ... y otro muy distinto es caminarla, pasearse por su extensión durante horas simplemente para echar un vistazo general y ubicar mínimamente aquello que nos interesa.
Y es que Alimentaria son en realidad 15! salones independientes, cada uno de ellos con suficiente entidad y personalidad como para celebrarlo aisladamente pero todos agrupados bajo la etiqueta común de la alimentación. Se consigue así un alto grado de representatividad de expositores (tanto territorial como sectorial) que, además, comporta una gran variedad de estilos a todos los niveles: conceptual (tipo de público al cual van orientados), de diseño y formato (que elementos utilizan para publicitarse), de planteamiento "comercial" (si ofrecen o no degustaciones de su producto), etc.



Alimentaria
Vista general Extremadura Cantabria Salamanca Aragó Euskadi Castella i Lleó



- Dos salones adyacentes como Intervin (Vinorum) y Restaurama, ambos en el mismo pabellón de Montjuïc 2, ejemplifican clarísimamente esta "frontera" virtual. Muy centrado en la imagen el primero, con grandes stands preciosistas, profusión de diseño y potentes elementos decorativos, ofrece un producto tan consolidado como poco propenso a degustaciones indiscriminadas ... lo cual nos lleva a un entorno mas profesionalizado, más orientado a negocio que no a interactuar con el público. En cambio, los pabellones internacionales de Montjuïc o el salón Restaurama (HOsteleria, REstauración y CÁtering) plantean un enfoque más directo, más de introducir producto y "salen a la calle" buscando la complicidad de los visitantes. Esto, evidentemente, genera un ambiente más vivo, festivo y bullicioso.



Miró
Parés Baltà Vegas Perelada Bodegas Riojanas Irius Enate Vall Ventós

- Pero dejemos de lado la estructura y organización de la feria y pasemos a valorar los contenidos. En este terreno mucho de lo que se ha presentado apunta en la misma dirección: pre-parar más el producto final, de manera que se tenga de dedicar menos (o ningún) tiempo a cocinarlo. Esto responde al estilo de vida actual: largos horarios laborales y mayoritariamente en jornada partida, que limitan seriamente el tiempo disponible para cocinar e incentivan la comida rápida, ya sea fuera (cerca del centro de trabajo o de estudio) o a casa.
Esta extensa y variada oferta en comida pre-parada (incluyo en este concepto fiambres y quesos) representa, sin embargo, una amenaza para nuestra gastronomía. Podría justificar la adopción de este tipo de producto (que diluye tanto la personalidad de la carta como la de los fogones) con argumentos de negocio, escondiendo la falta de personalidad de los contenidos bajo un envoltorio de modernidad (el diseño del local, el vestuario del servicio, etc), aprovechándose del tirón mediático de la cocina catalana y degradando, en definitiva, el conjunto. En este sentido, la "externalización" sufrida por los postres es un buen ejemplo de este riesgo: hoy en día hemos asumido como normal que este apartado incluya tan solo una o dos propuestas "de la casa", en una carta en general bastante anodina ...¡y precisamente en uno de los campos que más posibilidades ofrece en cuanto a fantasía y creatividad! (*).



Pernil de Terol
Pebrots Mexicans Formatge Parmeggiano Curry Degustació d'Olis Catànies Pernils Pebrots farcits de formatge


Si se ha llegado al buen nivel actual, con un parque de locales de categoría, demanda continuada y reconocimiento a nuestra identidad gastronómica en todo el mundo ha sido precisamente gracias a huir de estándares y globalizaciones, apostando fuerte sobre la base de cocina tradicional y aplicando creatividad, innovación y ganas ... ¿conocéis mejor (y más agradable) manera de defender nuestra cultura?

(*) El ya propuesto "sello gastronómico" tendría que protegernos de este peligro, fijando en los locales adheridos un porcentaje mínimo de producción propia en la oferta de la carta.