Cambio Climático y Vino
Los datos son espectaculares: productores y enólogos de la altura de Miguel Torres, Michel Rolland, Jacques Lurton, Bruno Prats, Ernst Loosen, Greg Jones, Hans Schultz, Richard Smart, Tony Sharley, Peter Hayes (Presidente de la OIV) o Carlos de Jesús; técnicos y viticultores de la Universidad Politécnica de Madrid (José Ramón Lissarrague) o la URL (Universidad Ramón Llull); decidido soporte institucional (Generalitat, INCAVI) y del propio sector (Constellation Brands, Amorim, Banrock Station) y un eco mediático internacional, focalizado en Al Gore (cierre) y en los potentes medios acreditados a nivel mundial (Wine Spectator). Una iniciativa organizada por la Academia del Vino (1a edición del 2006, Barcelona Wine Festival), entidad privada que también participa con la conferencia "Cambio climático y Vino" expuesta por Pancho Campo, su director y único Master of Wine nacional.
Un evento de naturaleza más científico-técnica que divulgativa que, en general, se ha centrado básicamente en dos puntos: metodologías que permitan identificar y minimizar el impacto que supone el Cambio Climático (en adelante C.C) sobre las explotaciones actuales, así como en cuantificar la cuota de responsabilidad que tiene la indústria vitivinicola sobre este C.C, cuantos gases de efecto invernadero produce, qué procesos son susceptibles de mejora y como, etc. No se viene a debatir si el C.C es cierto o no, se asume que ya está pasando hoy y que la realidad que nos toca vivir pasa por una disminución real de la producción (Australia o, sin ir tan lejos, la propia DO de la Mancha reportan recortes alrededor de un 18%), principalmente debido al aumento gradual de temperaturas (los datos climatologicos muestran como hemos aumentado 2º en los últimos 40/50 años), la falta de agua con alteraciones en el patrón pluviométrico (sequías, lluvias torrenciales) y el incremento de la radiación solar, un riesgo importante por la afectación que pueda tener sobre el equilibrio de la uva (en términos de PH, acidez, aroma) y de las características organolépticas (sabor) de los varietales.
Con esta previsión, los ponentes nos explican como lo están afrontando ahora, cual es su planificación de cara al futuro, la metodología utilizada, etc. Desde un enfoque eminentmente científico y utilizando herramientas como bancos de datos enológicos, mapas de suelos o estudios de zona térmica, siguen varias líneas de trabajo como: a) reaprovechamiento de los humedales para mitigar el impacto de la sequía (Australia), b) refuerzo de la resistencia al calor de las uvas (varietales) actuales, bien sea mediante injertos o bien mediante cambios en la orientación de las plantaciones, enfocando lo menos posible los racimos al sol; evitando recortar las hojas de la propia vid (pámpanas) para que aporten sombra; cambiando la ubicación de las viñas allí donde el tipo de tierra les permita mejor adaptación (que quizá no sea el lugar donde estén ahora). Y en paralelo, c) la búsqueda de nuevos varietales (Petit Verdot, Graciano) más adaptables y resistentes por si, pese a estas actuaciones, la explotación de los actuales deja de ser viable.
Respecto a su cuota de responsabilidad en el CC, Pancho Campo detalló que el debe y el haber de la indústria vitivinícola en cuanto a producción de gases de efecto invernadero resulta prácticamente neutralizado, ya que genera tanto CO2 como el que a la vez "secuestra" de la atmósfera a través de vides o alcornoques (usados para el corcho del tapón). La fabricación de envases de vidrio (botellas) y su transporte en medios de locomoción convencionales (camión, barco o avión), sin embargo, constituye aún el mayor problema en este sentido y la tendencia del futuro puede ir hacia otro tipo de soporte (bag in box, lata), más sostenible, compacto, apilable y menos frágil. En este punto, Miguel Torres aportó el dato de que las alternativas disponibles a día de hoy no son totalmente inertes con el vino y que cualquier opción de futuro respecto al packaging debe garantizar su nula interacción con el producto.
Desde el punto de vista económico, aún no se dispone de ningún estudio ni evaluación oficial respecto el coste de adaptación de las viñas al C.C, pero una aproximación como la realizada por la UE en el sector de la Energía (que parece igualmente válida en el caso que nos ocupa) seria preguntarse por el coste de no hacerlo, especialmente en sectores económicos tan importantes para nosotros como el vitivinícola (según la "Ley de la viña y el vino", España es el 3er productor mundial) o el del corcho (también somos el segundo productor mundial en tapones de corcho).
Finalmente, el acto de clausura fué, sin duda, la parte más glamurosa del evento, con dos claros protagonistas: Pancho Campo en el escenario y Al Gore en remoto (video-conferencia en tiempo real). Inicialmente, su intervención me parecía más una concesión mediática que un intento real de aportación constructiva al tema. Sus dotes de comunicador, sin embargo (hizo un interesante resumen de la situación a día de hoy, con rueda de preguntas del público incluída) o su trayectoria personal (recordemos que fué el quien, en gran medida, popularizó el C.C, llevándolo de los artículos de revistas científicas a las portadas de los periódicos), le cualifican plenamente para hablar de un tema en el que se mueve como pez en el agua, utilizando argumentos muy similares a los que enólogos y viticultores han estado exponiendo durante las jornadas y, sobre todo, desde una interesante perspectiva global, aportando un interesante y extenso conocimiento sobre prácticas industriales que le faculta para hacer crítica comparativa sobre la vitivinícola en particular, afirmando que está muy concienciada y realiza la labor de "tirar del carro respecto a la adaptación al C.C de manera gradual y no traumática.
1 Comentarios:
me encantaria asistir a esta conferencia u otras relacionados.
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