Reto I: Vinos Franceses.
Normalmente aprovecho los grandes acontecimientos públicos (ferias, congresos) o las noticias que van apareciendo sobre turismo y restauración para expresar mi opinión, siempre en clave gastronómica (el objeto de este weblog) y siempre desde el punto de vista de usuario final, como consumidor (y no productor) que soy.
Este, en cambio, es un artículo más personal (el primero de este estilo), donde quiero hablar sobre mis "retos", término con el que bauticé los encuentros gastronómicos que montamos de tanto en cuando. Nada especial, en principio (un grupo de amigos que se reúnen para cenar) pero con un "hecho diferencial" que le aporta interés y añade valor al "sarao": pactamos una condición respecto a los vinos que beberemos y cada participante aporta un maridaje distinto (una botella y un plato que considere adecuado). No nos engañemos, a menudo acabamos picando foie, jamón y queso ... pero también nos hemos trabajado fideuás, salmorejo, confit de pato, tiramisú, etc. Como ejemplo, algunos "retos" montados hasta el momento han sido: vinos de DOs menos conocidas (excluyendo explícitamente Rioja y Ribera del Duero); cual puede ser el orden ideal de degustación en una cata (de más joven a más viejo o al revés) o vinos únicamente del 1994 (cosecha considerada como "Excelente" en las grandes DO's).
El último reto celebrado ya iba con la comida previamente adjudicada (barbacoa de carne), recayendo la parte más difícil en la selección de botellas: exclusivamente de vinos franceses y a ser posible, de "Apellation Controlée" diferentes (el equivalente a nuestras DOs). Desgraciadamente, cuanto más "exótico" es el reto menos posibilidades ofrece el mercado y, pese a acudir a distribuidores especializados, hay que conformarse con lo que hay (que quizá no cuadra del todo con lo que queremos). Esto explica el por qué repetimos finalmente en tres Ródanos (dos de ellos de la misma bodega, aunque de distinta añada) y un sólo Burdeos, descartando un prometedor Chablis en el último momento por qué no nos atrevimos con un blanco para una barbacoa.
Pese a que siendo estrictos no podemos llamarlo cata (combinamos el vino con la comida), formalmente se acerca bastante: se hizo una degustación inicial de todos los vinos a estómago vacío (en orden descendiente de añada) y se etiquetaron copas y botellas con etiquetas de colores, para evitar confusiones. La potencia de la comida actuaba en dos vertientes: por un lado matizando nuestra percepción respecto la que hubiéramos tenido en ayunas, pero también nos aseguró protección frente al alcohol (no para conducir, por supuesto, pero si para permanecer con los sentidos despiertos y el paladar receptivo).
La idea nos rondaba ya de lejos; queríamos comparar de primera mano la enología francesa con la oferta nacional, ver si el calificativo de mítico que tantas veces hemos oído aplicar a estos vinos es de justicia o, simplemente, resulta que su marketing es mejor que el nuestro ... lo cual nos parece que es el caso. Descartando el Ródano de 1988 (que si se consigue encontrar en el mercado será por una cantidad desorbitada) el resto de vinos están alrededor de los 20€, con una relación calidad-precio similar a la que podemos encontrar en las DOs nacionales. De entre los tres vinos que siguen en "concurso" (los que podemos encontrar en el mercado con relativa facilidad) destacamos el Burdeos (La mauriane 2000), por el equilibrio, suavidad y persistencia de su trago.
Para acabar, dejadme decir que las conclusiones, pese a ser interesantes, no las consideramos tan atractivas como el reto en si mismo. Pensar y negociar el próximo, la búsqueda de la botella en cuestión y del plato para su maridaje, encontrar lugar para montar el sarao (que te dejen llevar el vino de casa es la asignatura pendiente de muchos de nuestros restaurantes) y comprobar finalmente su resultado en la mesa es, además de divertido y adictivo, un bonito juego gastronómico.
Web provecho.
Referencias (vinos participantes en la cata).
- Chateau Mont-Redon 1988.
Chateauneuf-du-pape
Apellation Chateauneuf-du-pape controlée
Chateau Mont-Redon. 13,5
Aportación de la "bodega" personal de uno de los participantes del reto - La mauriane 2000
Puisseguin Saint-Émilion
Apellation Puisseguin Saint-Émilion controlée
J. Taïx. Propietaire. 13,5 - .E. Guigal 2000 / 2001 (2 ampolles)
Crozes-Hermitage
Apellation Crozes-Hermitage controlée
Chateau d'Ampuis. Rhone. 12,5
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